- 1,5 kg de crestas de gallo limpias congeladas
Descongelar en nevera y lavarlas en un colador, cortando un poco la base si no está muy limpia.
Después de descongelar y limpiar salen aprox. 1,2 kg de crestas.
Meter las crestas en una olla a presión con agua, solo que las cubra.
Añadir:
- 1 cucharadita colmada de sal
- 2 hojas de laurel
Cocer durante 1/2 hora en olla rápida o 1 hora en express normal, escurrir (guardando el líquido) y reservar.
- un chorro de aceite de oliva virgen
- 2 cebollas grandes picadas
- 2 dientes de ajo picados
- un poco de sal
En una cazuela rehogar a fuego lento unos 20 o 30 minutos, que quede bien pochada la cebolla.
- un buen toque de pimienta negra molida
- 2 cucharaditas colmadas de pimentón dulce
- una cucharadita rasa de cayena molida
- opcional: un poco de orégano
Añadir y remover.
- 2 vasos de vino blanco (500 gr.)
Subir el fuego, añadir el vino y remover unos minutos.
- 2 vasos de salsa de tomate casera (unos 600-700 gr.)
- 2 vasos del caldo de cocer las crestas colado (500 gr.)
Añadir y remover.
Retirar del fuego y triturar con batidora, que quede una salsa fina.
Añadir las crestas previamente reservadas y remover.
- 1 buen puñado de perejil fresco picado
Añadir el perejil, poner otra vez al fuego y cocer a fuego lento destapado durante 20 minutos.
Comer mejor al día siguiente, que repose en nevera.