- 500 gr. de navajas (que no sean muy grandes para que tengan mejor textura)
- sal
Diluir 2 cucharadas de sal en agua fría en un vaso de batidora. Meter las navajas en vertical que queden bien cubiertas y meter en la nevera para que suelten arena y suciedad. Sacarlas a la media hora y pasarlas una a una bajo el grifo con agua fría.
Repetir el proceso 3 veces para que queden bien limpias.
- 2 cucharadas de vino blanco (o pedro ximénez, le da un toque dulce)
Se calienta el vino a fuego fuerte en una cazuela con tapa. Cuando esté hirviendo se echan las navajas limpias y bien escurridas de agua. Tapar y dejar que se abran en unos 2 minutos, agitando la cazuela cada poco.
No llenar demasiado la cazuela, mejor hacerlo en dos tandas.
Sacar, escurrir y servir en una fuente.
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
- 3 cucharaditas de vinagre balsámico
Mezclar y salsear por encima de las navajas.
Opcional: servir con perejil picado.